Si, eran un gran número de muchachos universitarios de La Plata Rugby Club, entre ellos Mario Larraine actual médico de Los Pumas.
Tuvimos mucha suerte en que ellos fueran nuestros primeros huéspedes, porque eran un grupo excelente, alegre y educado; pero creo que mas suerte tuvieron ellos, porque mi madre y mi padre los "adoptaron", le llevaban jugo de naranja recién exprimido a la cama, el café se mantenía a baño maría hasta que se levantara el último,el café con leche se servía con abundante pan con manteca , tostadas y medialunas.
La atención era tan esmerada que los muchachos empezaron con el boca a boca provocando que se llenara el hotel y que los desayunos de El Dorado fueran famosos en la zona, tal fue así que de el Albergue de la Juventud (el edificio mas antiguo de Ostende)partían peregrinaciones de jóvenes en búsqueda de los sabrosos desayunos.
Eran otras épocas el pan con manteca fue desacreditado y los desayunos nunca fueron iguales.
viernes, 14 de diciembre de 2007
sábado, 8 de diciembre de 2007
Llegaron los primeros huéspedes
Habíamos contratado un sereno, que lo único que hacía era dormir,o se pasaba escuchando por las noches las radios uruguayas.
Durante el día sólo aparecían algunos albañiles a ofrecerse para pedir trabajo, cosa que era imposible de dar con mi padre y su increíble capacidad para hacer de todo.
Nosotros por nuestra parte lo seguíamos de lejos, era un fórmula uno compitiendo con Fiat 600.
Día tras día el se levantaba más y más temprano y nosotros hacíamos esfuerzos sobrehumanos por levantarnos a la misma hora, nos sacaba minimo cuatro horas de ventaja , para colmo dormía la siesta y se levantaba como nuevo. Los que lo conocieron podrán dar fé. Así era Don Ramón.
Ahora bien volvamos a Don Pedro "el sereno", y su constante bostezo.
Una noche de viernes me quedé con él hasta tarde esperando que alguien viniera. Quedé mentalmente al borde de una lobotomía,al escuchar durante horas futbol, basquet,noticieros y música uruguaya!!!!!!!!!!!!!.Me había transformado en un experto en tale items, tal es así que cuando Victor Hugo Morales vino a la argentina para mí ya era tan conocido como el gordo José María Muñoz.
Ya debía ser tarde cuando me fuí a acostar porque había empezado Hora 25 un programa de futbol de medianoche en Radio Oriental,el sueño se apoderó de mi mente con la voz de un conocido locutor uruguayo zumbando en mis oídos, la característica de este locutor era su velocidad para leer los avisos ,tan rápido leía que al escucharlo uno prestaba atencón ya no eln el aviso sino en intentar comprender que palabras pronunciaba.
El despertar fue sorpresivo, Don Pedro entró en mi habitación gritando "A levantarse el hotel está lleno vinieron los muchachos de un club de Rugby de la Plata"
Durante el día sólo aparecían algunos albañiles a ofrecerse para pedir trabajo, cosa que era imposible de dar con mi padre y su increíble capacidad para hacer de todo.
Nosotros por nuestra parte lo seguíamos de lejos, era un fórmula uno compitiendo con Fiat 600.
Día tras día el se levantaba más y más temprano y nosotros hacíamos esfuerzos sobrehumanos por levantarnos a la misma hora, nos sacaba minimo cuatro horas de ventaja , para colmo dormía la siesta y se levantaba como nuevo. Los que lo conocieron podrán dar fé. Así era Don Ramón.
Ahora bien volvamos a Don Pedro "el sereno", y su constante bostezo.
Una noche de viernes me quedé con él hasta tarde esperando que alguien viniera. Quedé mentalmente al borde de una lobotomía,al escuchar durante horas futbol, basquet,noticieros y música uruguaya!!!!!!!!!!!!!.Me había transformado en un experto en tale items, tal es así que cuando Victor Hugo Morales vino a la argentina para mí ya era tan conocido como el gordo José María Muñoz.
Ya debía ser tarde cuando me fuí a acostar porque había empezado Hora 25 un programa de futbol de medianoche en Radio Oriental,el sueño se apoderó de mi mente con la voz de un conocido locutor uruguayo zumbando en mis oídos, la característica de este locutor era su velocidad para leer los avisos ,tan rápido leía que al escucharlo uno prestaba atencón ya no eln el aviso sino en intentar comprender que palabras pronunciaba.
El despertar fue sorpresivo, Don Pedro entró en mi habitación gritando "A levantarse el hotel está lleno vinieron los muchachos de un club de Rugby de la Plata"
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